viernes, 26 de octubre de 2007

Viviendo en Dublín - 22 a 25 de Octubre

Esta semana ha sido la más distinta a todas las que he tenido desde que he llegado.

Antes de nada quiero enseñaros el "símbolo" de la ciudad, en la calle principal del centro, pusieron hace algunos años un mástil bastante gordo y algo al que llaman "Spire". Aquí os muestro una foto para que os hagáis una idea. Es el palo alto que se ve al fondo:


Ese lunes me levanto como siempre y estoy mis tres horitas de la academia de inglés, pasándomelo como siempre muy bien con mi profesor Steve. Después ya de vuelta en el hostel me pongo con Jaime a mirar algunos pisos y concertamos una cita con un tipo a las 6 de la tarde.
Al rato de comer me llama Claudia, una compañera de clase de la academia de inglés. Me comenta que su novio ha encontrado trabajo en otra ciudad de Irlanda y que se van la semana que viene, que como yo estaba buscando una habitación que si me interesaba. Por supuesto le digo que sí y que esa misma tarde iba a ver la habitación.
Se lo cuento a Jaime, que no se hace muchas ilusiones porque ya está un poco desanimado con el tema de los pisos y porque pensaba que estaban en una cama de matrimonio. Yo era todo lo contrario, pensaba que si me había llamado mi amiga de clase, es porque todo iría bien.

Al rato vamos a ver la casa, que está a unos 8 minutos andando del hoste, vamos en pleno centro, y vemos la habitación: dos camas, bastante amplia, con moqueta, con dos armarios... No podíamos pedir más. En la casa viven 10 personas contando a ellos dos, es de cuatro plantas y el casero vive en un cuarto acoplado a la casa. Claudia nos cuenta que aunque vive mucha gente en la casa, en cuatro meses solo han coincidido todos 2 veces, porque cada uno trabaja a una hora distinta. Así que con los dos cuartos de baño que tiene nos apañaríamos bien.
El casero no estaba en casa, así que Claudia nos dijo que hablaría con él, entre otras cosas porque ni ella le había dicho aún que se iba.

Mientras tanto nosotros cogemos y nos vamos a visitar la otra casa que teníamos concertada, por si esta fallara.
Nada más pegar a la puerta nos abre un hombre de unos 35 años, que sujeta a un perrazo que se lanzaba a comernos. El empieza a decirnos que el perro es muy amigable a los dos minutos, pero que de primeras desconfía un poco de la gente...
Nos enseña la casa, que tenía hasta tele de plasma mu guapa en el salón. Vemos la habitación y tiene una cama de matrimonio, el tío nos dice que se le pone otra cama simple al lado, con lo que tendríamos dos camas y una de ellas bastante grande. La habitación estaba bien de tamaño, por lo que cabían bien las dos camas. El tío nos lleva al salón y nos pregunta que qué hacíamos. Jaime y yo nos miramos pensando que esto no nos podía pasar a nosotros, para un día que teníamos una casa casi segura y bastante cerca del centro, resulta que tenemos otra que podemos coger en el momento si queremos. Al final le digo al tío que nos lo tenemos que pensar y que le responderíamos esa misma noche o a más tardar a la mañana siguiente.

Salimos a la calle cagándonos en todo lo que se nos ocurría y más, esto no nos podía pasar a nosotros. Así que le mando un sms a Claudia para decirle que en cuanto sepa algo de su landlord que me avise.
A los cinco minutos recibo un sms de Claudia diciendo que había hablado con su casero y que TENEMOS CASA!!!!!!!!! El martes día 30 nos trasladamos a nuestra nueva habitación.

Después de tres semanas de búsqueda sin fin, por fin teníamos habitación y por bastante menos dinero del que estábamos dispuesto a dar y encima cerca del centro.

Ya en el hostel me llama el tío del catering diciéndome si puedo trabajar el martes por la tarde, por supuesto le digo que sí, entonces me preguntó si podía también el miércoles, jueves, viernes y sábado. Está claro que cogí todo lo que me dijo, que hace falta dinero para vivir en Dublín. Jaime se quedó un poco venido abajo, porque de él no me dijeron nada y no lo había llamado.

Así que ese lunes fue unos de los mejores días que recuerdo en Dublín, con casa y con piso. Parece que las cosas ya van cogiendo su curso.

Esa misma noche nos fuimos por ahí a celebrarlo, a beber pintas como locos. No me acuerdo bien a la hora que me acosté, pero sí que iba hasta arriba de cerveza.

La mañana siguiente me levanto reventado, pero me voy muy feliz para la academia, sabiendo que esa tarde empezaba a trabajar. Después de típico cachondeo de la academia me voy para el hostel, para prepararme que a las 5.30 empezaba a trabajar. Ese día lo único que sabía es que iba a ser camarero de vinos.

Llego al sitio del trabajo de ese día, la "Mansion House", que tiene una gran sala central donde había muchas mesas y me acerco a la gente que había tras una barra de bar, que iban vestidos como yo, con camisa negra y pantalón negro. Allí hablo con el manager y me da la corbata gris y la chapita con mi nombre.

Al rato otra manager nos empieza a contar lo que había esa noche, que era una cena de los dueños de los más famosos restaurantes de Irlanda, así que teníamos que ser muy cuidadosos con lo que hacíamos, que cualquier fallo lo detectarían. Yo empecé a ponerme nervioso, vaya primer día que me habían preparado...
La mujer nos asigna mesas y nos dice cómo hay que actuar: el vino tinto echarlo en la copa de la izquierda de las dos grandes, que la bebida se echa desde detrás de la persona y por su derecha... Cosas que yo no sabía y que tampoco están mal saber xD.

Empieza a llegar la gente y me sacan a la entrada junto con unos cuantos sujetando una bandeja con copas de champán, que por cierto pesaban lo suyo. Allí todo muy bien, el problema fue cuando la gente se sentó. Miré a ver lo que estaban haciendo los otros camareros y tenían en su mano izquierda las dos botellas, de vino tinto y blanco, y con la derecha cogían la que hiciera falta para servir, dependiendo de lo que pidiera la gente. Yo echaba el vino blanco en la copa grande de la derecha y el tinto en la grande de la izquierda, dejando la copa pequeña para el agua. Al ratillo me viene un compañero y me dice qu el blanco va en la copa pequeña y que la otra grande era para el agua... ¡Upsss! Primer fallo gordo de la noche. Menos mal que el manager no se dio cuenta, sino me la hubiera liado bastante bien.
El resto de la noche no fue muy mal del todo, después empezaron a pedirme alcohol duro en las mesas, y de los cambios siempre me daban algo de propina, cosa que se agradecía. En uno de esos viajes le derramé a una chica un poco de Coca-Cola Light encima, pero muy poco; la chica llevaba uno de esos vestidos que parecen muuuuuuy caros con la espalda abierta.... Y encima estaba buena! Le pido perdón en todos los idiomas que sé y más, pero parece que la chica no se lo tomó a muy mal porque tampoco había sido demasiado. Sé de otros compañeros que el cliente se ha levantado y se lo han dicho directamente al manager.

Una cosa curiosa es que los Irlandeses beben muuuuuucho más vino blanco que tinto, pero una barbaridad.

Las horas fueron pasando y alguna gente se fue, dando comienzo al baile. En ese momento fuimos a la cocina a comer. Vaya manjares que comimos. No recordaba cuánto tiempo hacía que no comía pescado, y encima era bastante bueno porque era la comida para la gente de la sala. Así que me hincho de comer todo lo que puedo y más y vuelvo a la sala. Al rato me pregunta la manager si me quiero ir, que ya éramos demasiados para lo que hacía falta. Como era mi primer día preferí irme, que ya eran casi las 12 y no tenía ganas de quedarme hasta las 2.30 de la madrugada, aunque cobrara más dinero.

La manager me preguntó si necesitaba un taxi para ir a mi casa, que me lo pagaban. Como el hostel está muy cerca de la sala no hizo falta, pero cuando me cambie a mi futura casa lo tendré que coger, cosa que se agradece bastante.

El miércoles 24 me dirijo a la academia, echamos un rato de charla y le comento a mi profesor que el jueves y viernes no puedo ir porque trabajo por la mañana. Después del descanso nos llevan al museo de arte contemporáneo de Dublín. Estamos como una hora dentro y nos dan la tarea de elegir la obra que más nos guste y la que menos y describirla en inglés.

Me doy mis paseos por el museo dónde hay cosas que están muy chulas, os lo recomiendo; me voy para el hostel para comer rápido, que a las 5 tenía que trabajar otra vez.

Llego al trabajo y esta vez me encuentro con que va a haber un desfile de modelos. Me pongo a preparar bandejas con los canapés que había en las cajas y al rato empezamos a recibir a la gente con nuestras bandejas de champán y de vodka con manzana o con fresa. La gente bebía champán de una manera bestial, tanto que llegó un momento que cuando iba a levantar una bandeja llena de copas, ya la tenía vacía porque la gente me lo quitaba de las manos. Después de una media hora de agobios por tanta gente pidiendo champán, empiezan a sentarse en sus sitio.

Una vez que empieza el desfile no tenemos nada que hacer, así que empezamos a devorar todo lo que quedaba de la comida que se le había dado a la gente para picotear. Unos pinchitos de gambas buenísimos, unas tiritas de beicon con salchichas con una salsa to buena, otros pinchitos de carne con otra salsa rara pero mu buena; también había croquetas con otra salsa y por supuesto quedaban muchos canapés. Resumiendo, que otra vez me hinché de comer.
Ya cuando empieza a irse la gente recogemos las copas y pa casa. En total trabajé 4 horas, pero como el mínimo que te pagan son 5, pues es como si hubiera tabajado 5 horas, ¡que maravilla!

Cuando llego al hostel hablo con Jaime que ese día había empezado de prueba con otra compañía de catering en otro sitio. Por lo visto le había ido muy bien y cuando hablamos sobre dónde trabajábamos el día siguiente, resulta que trabajábamos juntos. Cosas raras de estos Irlandeses.

Ya a la mañana del jueves 25, Jaime y yo nos dirigimos a la estación de tren para coger el que nos llevaría al trabajo ese día. Después de un par de vueltas conseguimos comprar el billete y llegar al sitio en cuestión. Llegando al sitio del trabajo nos encontramos por la calle con este cartel:


Así que seguí la dirección de la "diversión", que al final resultó que era la dirección para llegar al curro. ¿Lo habrán puesto los jefes? Quién sabe.... xD

Allí vemos que el trabajo consistía en poner café y té a la gente, que ese día había café para tres graduaciones, uno a la 1, otro a las 4 y otro a las 7. Así que para las 8 o 9 estaríamos en la calle.
Ese día nos los pasamos muy bien, teniendo en cuenta que estábamos trabajando, sólo había media hora intensa en cada tiempo de café, y entre uno y otro teníamos unas horas muertas de charlas. Nos dieron de almorzar un bocadillo de mierda y de cenar lasaña con ensalada y patatas fritas, con lo que flipamos en colores.
El manager que me tocó ese día se llama Jimmy y es un cachondo, siempre está gastando bromas y no es muy delicado. Ese día eché 10 horas de trabajo, pero más de la mitad las pasé sentado y de charla con la gente, con lo que gané una buena pasta ese día.

Siento mucho que no haya muchas fotos en este post, pero como podréis comprobar, estoy currando y no está la cosa como para echar muchas fotos. Espero que en la siguiente entrada haya mucho más colorido, ya que espero poner algunas fotos de mi nueva habitación.

Hasta la próxima!

EDITADO:


He conseguido un par de fotos de Belfast, que me han pasado unos amigos de aquí. Los murales de Belfast ya no son como los de antes, que han quitado la mayoría, ahora tratan de temas más de actualidad y dejan el conflicto interno de la ciudad un poco de lado.

También os enseño el cartel de anuncio de la manifestación de vascos que había convocada para ese mismo día. Si es que la gente de Belfast con la que hablábamos nos preguntaba si éramos vascos, no si éramos españoles, cosa que me los tocaba de una manera...