lunes, 19 de noviembre de 2007

Por fin en casa - 30 de Octubre al 4 de Noviembre

Hola a todos de nuevo. Ya sé que llevo bastante sin actualizar el blog y que muchos diréis que si ya me he aburrido de esto y cosas parecidas. Pues os estáis equivocando, esto sigue vivo todavía y espero que por mucho tiempo.
No me enrollo más y empiezo con lo interesante.

El día 30 de Octubre era un día distinto, aunque por la mañana me fui a la academia como de costumbre, a la vuelta ya no fui para el hostel, fui para MI casa. Sí una casa donde vivir, sin que me echaran para limpiar de 11 a 3 de la tarde, sin que cerrara la cocina de 13.30 a 15 y cosas por el estilo.

Cuando llego allí con Jaime entramos con la llave que me había dado mi amiga Claudia (la que se fue de la habitación) y nos vamos directos para nuestra habitación. Organizamos un poco la habitación a nuestra manera y por fin pudimos hacer una cosa que hacía mucho tiempo que deseaba, deshacer la maleta; sacar la ropa y poder colocarla en un sitio, es un placer indescriptible si te has pasado casi un mes en un hostel donde tu mayor intimidad era cuando te metías en el baño.

Ya en la casa empezamos a conocer a más gente. Hablamos con un brasileño muy majo que se llama Murillo (o algo así), otro que es húngaro y se llama Andrew, es un poco calladito, pero yo creo que va a su bola y pasa un poco de todo el mundo. Durante el día también estuvimos con Bianca y Cristi, que ya las conocíamos del día anterior. La verdad que el día fuy muy bien, salvo un problemilla que tuve con la cisterna (que ya averigüé que tiene truco) y otro con la ventana de nuestro cuarto, que también tiene su historia.

Por lo demás ese fue un día para recordar, el día que dejamos el hostel.

A la mañana siguiente me levanto para ir a la academia y cuando bajaba para ir al baño me encuentro a una chica en la casa que no conocía, con unos pelos de leona. Lo primero que me dijo al verme fue que quién era yo. Ya nos presentamos, se llama Cristina y es italiana como Bianca.
Mientras desayunaba veo que llega a la cocina otra chica, se llama Elsa y es francesa, pero tampoco hablamos mucho, fue un poco más presentación formal que otra cosa.

Me voy para la academia y como siempre genial allí, siempre con gente yendo y viniendo, pero el profesor es la caña y me hincho de reír con él.
Una vez en la casa, al llegar bajo a hacerme algo de comer en la cocina, que Jaime estaba fuera. Cuando subo para mi habitación veo a Cristi hablando con un tío, que supuse que era su amigo. Como estaban hablando en la puerta de mi habitación los escuché que estaban hablando de algo de internet y entonces supuse que el tío era el famoso polaco que llevaba la gestión de internet en la casa, y que tanto estaba yo buscando para que me habilitara mi portátil en el router. Hablo con ellos y por fin conozco a Tomak, "el polaco del internet". Allí estaba contando que se iba a ir de la casa, y que como internet estaba a su nombre quería que se cambiara y se pusiera a nombre de otro, y se lo comentaba a Cristi por si no le importaba. Total, que después de un rato de charla yo sería el que me haría cargo de internet cuando Tomak se fuera de la casa, vamos que al final siempre me meto en todos los fregaos...

Después me voy a currar. Esa noche era 31 de octubre, Halloween, como podréis imaginar aquí estaba todo colapsado. Tardé en llegar al trabajo como 1 hora y media, lo que normalmente serían unos 20 minutos. Se respiraba por las calles el ambiente, mucha gente disfrazada y gente por todas partes.

Ese día trabajé en un campeonato de poker, sirviendo comida en los descansos de la gente. La verdad que estaba chulo, ver todas las mesas con la gente que parecía que se estaba jugando la vida. La verdad que ese día no me maté y el siguiente que estuve también en el mismo sitio fue muy parecido.

Después de trabajar llego a casa para cambiarme de ropa y llamo a la gente para ver en qué pub andaban, y es que la noche de Haloween tenía que salir, aunque fuera para ver la decoración de los pubs (muchos estaban increíbles) y la gente disfrazada, aquí la gente se lo curra pero mucho.
Siento no poder poner fotos de la noche de haloween, pero no me acordé de echar fotos.
No me acosté muy tarde esa noche, que al día siguiente tenía que ir a la academia y por la tarde a trabajar.

En Irlanda, en lugar de poner el día 1 de Noviembre festivo como en España, lo que hacen es poner el lunes, para que así la gente pueda aprovechar e irse de viaje. Tiene su parte buena y mala, porque claro, todo el mundo sale la noche de Haloween y al día siguiente en la academia estábamos todos resacosos...

El día 1 de Noviembre me levanté tarde, llegué a la academia como media hora tarde, y es que el salir la noche anterior tenía sus consecuencias. Encima tenía que hacer una exposición de algo y no me había preparado nada. Así que en los minutos de camino hacia la academia pensé en qué hacer la exposición. Como era la semana de Haloween, los temas eran relacionados con sucesos paranormales y cosas por el estilo.
Yo al final tiré un poco de la tierra y les hablé del Cortijo Jurado. Supongo que todos habéis oído hablar de él, sino os digo por encima que es el gran caserón que se ve desde la autovía cuando se va por la carretera de Cártama cerca del Parque Tecnológico.
Hay muchas páginas que hablan de él, así que si hacéis un poco de googleo podéis encontrar mucha información si estáis interesado. Recomiendo un programa de Milenio 3 que habla también de él.

Por lo menos salí del paso y al final no quedó muy mal la presentación, aunque muchas cosas me las inventé, ya que no tenía los datos exactos y estaba tirando todo de cabeza.

Ese día de nuevo para el poker para trabajar, que fue mas tranquilo que el día anterior si cabe, pero como el día anterior escarmenté, ese día me fui a trabajar en el DART (que es como el cercanías de Madrid).

Me encontré un par de pegatinas curiosas en la ventana, una de las cuales mi hizo acordarme de mi amigo Rivas, a ver si adivináis cual de las dos.

Por la noche, Jaime y yo hablamos por fin con nuestro casero y le pedimos una carta donde pusiera que estamos viviendo en la casa, para poder conseguir el famoso PPS number (Personal Public Service number). La carta era cutrísima hecha a mano por él, pero por lo visto todo el mundo lo hacía así. También cogimos una factura de la casa, para contrastar la dirección del papel.

Supongo que muchos no sabrán lo que es el PPS number, es como darse de alta en la Seguridad Social de España, para poder cotizar. Para nosotros lo importante del número, a parte de para muchos servicios que hace falta como biblioteca, banco, etc., era para que nos retuviesen lo normal en el trabajo, y no el 41% que te quitan si no tienes el PPS number. De todas formas cuando lo tienes te devuelven todo el dinero de golpe, pero claro, hay que sacárselo.

Nosotros como todavía no teníamos cuenta de banco y la empresa de catering solo paga por transferencia bancaria, pues no habíamos visto ni un céntimo en todo el tiempo trabajado, y lo que nos quedaba...

El viernes día 2 vuelta a la academia, el que sería mi último día, ya que ahora que estaba trabajando había días que no podía ir a la academia, y no quería estar pagando unos 100€ a la semana para no poder ir algunos días.
Por si alguien tiene curiosidad por buscar una academia de inglés en Dublín, yo estuve en Lexicon Languages, que están en Gardiner Place. Se la recomiendo a todo el mundo, aunque las hay más baratas si las buscas a largo plazo.
La despedida en la academia muy bien, y por la tarde, como acostumbran los viernes, se van a beber cervezas. Si es que estos irlandeses son unos borrachos... , así que quedé en vernos en un pub esa tarde.

Después de las clases de inglés fui con Jaime a sacarme el PPS. Había una cola más o menos grande, pero en una media hora o así ya estaba en la ventanilla hablando con una chica muy simpática, que me hizo todo en un momento.
La putada es que había que esperar una semana a que te mandaran a tu casa la carta con el PPS number, con lo que todavía es como si no lo tuviera.

Esa tarde fui a RDS, www.rds.ie, donde he tenido gran parte de los eventos en los que he trabajado. Esa noche tenía que trabajar en una boda, pero que era de lo más cutre que había visto en mi vida. La sala estaba muy bien, pero a parte de que sólo había 100 invitados (vale, puede no querer mucha gente), la comida era "finger food", vamos, que había que pasar con bandejas de comida y la gente la iba cogiendo. Nada de cena sentados a lo grande. Hasta ahí diréis que vale, que querrá hacer algo informal, pero es que lo más fuerte es que los invitados tenían que pagar por todas las bebidas, hasta por el té y el café!!! Eso si que es ser un cloaquero (agarrado para el que no conozca el término).

El caso es que yo estaba contento porque el trabajo era coser y cantar, el problema es que cuando estaban llegando los invitados me llaman al móvil, diciendo que me necesitaban en otra sala del complejo RDS, así que tuve que ir a la biblioteca, donde sí había una cena de las de verdad, con todo lujo. Vamos, que tuve que estar sirviendo platos, recogiendo, lo típico.

Creo que no acabé demasiado tarde, a eso de las 12 estaba listo, con lo que cogí el taxi (que por supuesto siempre paga la empresa) y me fui para casa. Allí estuve tomándome unas cervecitas con Jaime, que había llegado antes de lo suyo, que era lo de la boda cutre.

El día 3 sábado fue tranquilito, después de la semana "madrugando" para ir a la academia y habiéndome acostado el día anterior a eso de las 3 o 4, pues ese día fue de dormir de verdad. Cuando nos levantamos cogimos y nos fuimos a comprar víveres, que teníamos la despensa medio vacía.

Esa tarde teníamos que trabajar en un sitio extraño que no conocíamos. Jaime y yo habíamos quedado con Noelia, una chica española que a veces coincide con nosotros en el catering. Creo que es la única española que hay con nosotros.
Pues quedamos a las 6 para coger el bus 42, porque según las instrucciones del sms que nos mandaron, había que coger el 42, bajarse en la parada del cementerio de no-sé-qué, coger la segunda calle a la izquierda y al final la primera a la izquierda. Sonaba fácil, pero no sabíamos lo que nos esperaba...

Cogimos el famoso bus 42 y le dijimos al conductor que nos avisara en la parada del cementerio ese, no dijo que sin problemas. Después de 45 minutos de trayecto, le preguntamos al conductor que cuánto queda y nos dice que se le había olvidado, que salgamos y cojamos el bus que va en sentido contrario, que había uno justo en frente en ese momento. Salimos corriendo como locos, que por cierto era de noche y estaba lloviendo a mares, y nos subimos en el bus justo antes de que se fuera. Le contamos la película al conductor y nos deja subir sin pagar, menos mal! A los 10 minutos o así nos dice el conductor que esa era la parda del cementerio.
Cuando nos bajamos solo vemos un pub que era una de las indicaciones del sms, así que seguimos nuestras maravillosas indicaciones para llegar al lugar de trabajo. Andamos por el arcén de la carretera, mojados hasta las trancas y vemos la calle que supuestamente teníamos que coger. Era una calle totalmente oscura, con el piso sin asfaltar, así que pensamos que nos habíamos confundido de calle y seguimos andando paralelos a la carretera para coger la siguiente calle. Pero la siguiente calle era sin salida, así que decidimos volver hasta el pub anterior a preguntar por si nos podían indicar.

En el pub le preguntamos a un muchacho muy simpático que nos confirma que la calle era la chunguísima, así que vuelta a mojarnos y cuando llegamos a la entrada de la calle "de la muerte", sacamos los móviles a modo de linternas y empezamos a andar, teníamos que coger la primera a la izquierda, pero esa camino era el de entrada a una casa, así que seguimos andando recto hasta que llegamos al final, que era un camping. Otra vez estábamos perdidos!

A todo esto, mientras tanto nos había llamado el manager de esa noche a cada uno preguntándonos que dónde estábamos, que llegábamos tarde. Le dijimos que estábamos en el camino y le resumimos por teléfono la historia del bus.

Volvimos atrás desde el camping y decidimos meternos por el camino que llegaba a la casa, donde podíamos ver a la gente dentro cenando. Uno vez que avanzamos unos 20 metros por ese camino vemos que continuaba hacia delante, y al fondo pudimos ver entre los árboles una gran carpa. Parecía que por fin habíamos llegado, y al poco tiempo nos dimos cuenta que así era.
Entramos dentro y hablamos con el manager, le contamos un poco mejor la historia y nos dice que no pasa nada, que nos cambiemos rápido que los invitados de la boda llegaban en 5 minutos.

La boda era todo lujo, yo trabajaba de vinos, el problema es que solo éramos 3 personas de vinos para todas las mesas y había casi 20. Teníamos que llevar guantes blancos y todo, cosa que no nos gustaba porque se resbalaban las botellas cuando cogías la de tinto y blanco a la vez para servir.

Los invitados llegaron a eso de las 20, así que nos tuvimos que poner para la recepción con nuestras bandejitas con champán, que por cierto rompí mi primera copa desde que estoy trabajando, pero en verdad no fue mi culpa, es que la bandeja tenía una parte que no era lisa y y o veía como la copa estaba bailando. Al rato un tío vestido con su falda escocesa me dio un codazo en la bandeja y le derramé el champán en su bonita chaqueta verde, pero fue su culpa; eso sí, conseguí que no se rompiera ninguna copa más.

La noche fue muy tranquila, pero la gente bebía como locos, era un no parar. Al rato el manager viene y nos dice a los de vinos que esa noche nos teníamos que quedar más tarde, que si podíamos (y nos lo pagaría a precio de domingo). Por supuesto que le dijimos que sí, ya que de por sí íbamos a acabar tarde, ya no me daba tiempo a salir por ahí, así que prefería trabajar más.

A eso de las 4 de la madrugada el bar cerró la barra, aunque le dejaron bebidas puestas encima para que siguieran bebiendo si querían. La gente iba cieguísima, había un par de mujeres que iban por los suelos, con las faldas levantadas; "chicas de faldas levantadas", como las llamaban algunos.
Eso sí, con un mejicano que se llama Martin, a cada rato nos íbamos a la parte de atrás y nos bebíamos una cervecita, que ya a esa hora las cosas se relajan un poco y apetecía. Eso sí, sin que el manager nos viera, que sino nos la corta...

El manager se portó muy bien con nosotros, nos dejó que nos lleváramos muchas cosas de allí. Yo cogí y me llevé un gran trozo del pastel de la boda, a parte de una tabla entera con quesos (que eran muuy caros) y que también tenía uvas y algunas cosillas más. A mí no me gustan los quesos, pero la gente de la casa y en concreto Jaime fliparon al día siguiente.
Acabamos a eso de las 5 de la mañana, así que como comprenderéis, el domingo no fue un día tempranero.

Ese domingo día 4 fuimos por la tarde al hostel, y estuvimos de charlas con la gente de allí, poniéndonos un poco al día de las cosas que les habían pasado a la gente durante la semana, que con el trabajo pos no habíamos podido salir ese finde con ellos. Ese día también quedé con Rafa, un mallorquín amigo nuestro del hostel, para ir al día siguiente a una academia gratis que está en Dame Street (ya hice la prueba de aptitud la semana anterior).

Para que no os saturéis demasiado con esta entrada, mañana pondré la de la siguiente semana, para que por lo menos tengáis un día para poder leera y no lo tengáis que leer todo de golpe, que siempre es más tedioso.

Mil disculpas por la inactividad de las semanas anteriores, pero esto sigue y sigue y sigue...