domingo, 4 de noviembre de 2007

Viviendo en Dublín - 26 Octubre a 29 de Octubre

Hola gente, aquí vuelvo a la carga con mis nuevas historias en territorio dublinés.

Pues el día 26 fue un poco parecido al anterior, una ronda de cafelitos con las graduaciones; un día de tranquileo pero de ganar pasta. Por la noche salí con la gente del hostel. Estuvimos por Grafton Street, una calle peatonal de Dublín en la que hay muchas tiendas, pero por las perpendiculares hay muchos pubs que están muy bien.
Así que nos fuimos a la carga los más salidores del hostel y nos dimos una vuelta por un par de pubs, hasta que a eso de las 2 nos echaron porque cerraban... Es lo que tiene Dublín, hay que salir temprano o sino te vas a tu casa a dormir el ciego en lugar de disfrutarlo con la gente :D

El sábado teníamos un gran problema, otra vez no teníamos alojamiento en el hostel porque estaba lleno, así que hablamos con nuestras amigas para pedirles un poco de caridad y que nos dejaran esa noche dormir en su casa. Así que el sábado después de almorzar fuimos a verlas a su casa y estuvimos con Banesa de charla (Elena estaba trabajando en Zara). Después ya nos fuimos para el centro y fui a ponerme el uniforme de camarero, que esa noche por variar tenía que currar.

La noche fue tranquilita, típico cumpleaños de un tío que está forrado y que celebra a tutti pleni.
Lo mejor de la noche es que no acabé demasiado tarde, a eso de la 12 de la noche o así, y que me hinché de comer cordero y postres. Ya echaba de menos comer bien y en estas cosas siempre te dan de comer y bastante bien.

Después de trabajar me fui al hostel para ponerme ropa de calle y llamé a la gente a ver en qué pub estaban. No me cogían el teléfono así que me quedé en la puerta del hostel hablando con dos colegas. Al rato me llaman diciendo que están en un pub, que fuera.
A la hora me llaman diciendo que por qué no he ido, y es que se me había ido la cabeza hablando con éstos. Total, que me tocó irme andando desde el hostel hasta la casa de las chicas yo solo y medio lloviendo.
Encima llego a la casa y está Jaime borracho diciéndome que me estaban esperando... yo pasé del tema, bastante tenía con haber trabajado esa noche. Así que nos acostamos y dormimos de lujo esa noche.

El problema fue que me tuve que levantar temprano, porque tenía que currar el domingo por la mañana también. Después de estar un rato buscando el sitio donde tenía que trabajar, hablo con la manager y me dice que no estoy en la lista, que vaya a otro sitio para ver si estoy en otra lista.
Me querían poner a dar vueltas, pero al final habló con alguien y me quedé.

Ese día fue un infierno, fueron unas 4 horas de no parar. Era un menú, la gente cogía su comida con su bandeja y a mí me tocaba retirar todas las cosas sucias, junto con algunos más de las islas Mauricio que conocí allí.

Esa tarde la pasé de tranqui en el hostel, descansando después de mis seis días seguidos de trabajo, aunque sabiendo que había ganado un buen dinero.

El lunes 29 era Bank Holiday en Irlanda, es decir, día de fiesta. Así que lo dedicamos unos cuantos en ir al Phoenix Park, que uno de los parques más grandes de Europa, es incluso más grande que el Central Park de New York.

Así que cogimos nuestro querido tranvía y nos fuimos para allá, no sin antes parar en Heuston Station, una estación de tren donde trabaja uno de nuestros amigos del Hostel haciendo zumos.

Ya en el Phoenix Park empezamos a andar y la verdad que es muuuuy grande. Debajo os enseño algunas fotos del lugar.


A la izquierda arriba no sé si podréis apreciar la amplitud del parque, eso es sólo una pequeña parte de él.
A la derecha arriba se ven al fondo los ciervos. Era un poco putada que cada vez que nos acercábamos se alejaban de nosotros, y os digo que corren basntante.
Abajo a la izquierda se ve un edificio a la izquierda que es la embajada americana en Dublín y a la derecha en esa misma foto hay una gran cruz, pero como estoy muy lejos parece pequeña.
En la foto de abajo a la derecha se ve un gran obelisco típico en tantas ciudades, pero que es bastante grande.

Después del parque nos colamos en el tranvía (aquí llamado LUAS) sin pagar y cuando vimos en una parada los que parecían los revisores nos bajamos corriendo. Luego esperamos al siguiente LUAS, pero en ese sí que estaban los revisores dentro, así que decidimos andar durante unos 20 minutos hasta el hostel, no sin antes parar en el super para comprar un merecido almuerzo a las 6 de la tarde.

Después de comer fuimos a recoger la llave de la casa, porque al día siguiente nos mudábamos. Así que fuimos, estuvimos un rato hablando con Claudia y nos presentó a un par de chicas que viven en la casa: Bianca, una italiana que me cae muy bien y que es una de las pocas personas que se preocupa por la limpieza; y Cristi, una china cuyo nombre en inglés es Cristi y todo el mundo aquí la llama así, es también muy maja y compañera de cuarto de Cristi.

Después nos fuimos al hostel a disfrutar de lo que sería nuestra última noche durmiendo 12 personas en la misma habitación.


Hasta aquí os dejo mi historia. He decidido partirlo en dos entradas para que no se haga tan largo y pesado, así que mañana o pasada publicaré los días restantes, que todavía me falta por acabar.

Hasta la proxima!